Tuesday, April 29, 2008

Aladdin - Noches de Arabia

Vengo yo de un lugar de una tierra sin par
Donde ves caravanas pasar
Y si allí les caes mal te van a mutilar
¡Qué barbarie! Pero es mi hogar
Cuando hay viento del este
Y hay sol al oeste
Y la hora el reloj te da
Yo te invito a pasear en la alfombra a volar
Una noche de Arabia gozar
De Arabia son, noche y día por igual
Intenso calor, no he visto algo peor
Todo puede pasar
En noches así bajo la luna fiel
Muy listo hay que ser para no caer
Al desierto cruel

Monday, April 28, 2008

Viaje de fin de semana

recomendado para tener un viaje mental y despejarse de problemas
la verdad que fue excelente
volver a viajar
300 km de acá no es nada
amigos,viejos tiempos, familias, cumple del cili, ex compañeros de secundaria
de todo un poco
la carne de saladillo, mmmm, que rico, tiernita, con sabor a carne de verdad
el agua de allá, dulce, con mucho sabor a agua rica, como dios manda
domingo bajo la sombra de un árbol, con uno de mis mejores amigos, charlar de la vida
pensar en que 21 años no es nada, que estamos creciendo y que nos quedan mucho proyectos por crear y concretar
un poco de sentimientos no le hace mal a nadie
bajemos un cambio y volvamos a la ciudad
un abrazo de oso para todos



Tema para pasar este Lunes 28 de Abril: Mother de Pink Floyd

Saturday, April 26, 2008

TC vuelco del Guri en 9 de julio - che lo toco?

Cityscape Latin America


infinito, quien dijo q no existe? (click sobre la imagen para ver)



YouTube


Badoo


Ebuddy



"Dibujos colorear"




test de cooper jeje

el panda alone in the darky










alguien le robo la idea al arce, yo que él lo denuncio al (c)
















fijate como desentono el matafuego ese cheee

Friday, April 25, 2008

a ver si te suena.... Sledge Hammer ...... te suena? mmmm y si te digo martillo hammer? :D


Siiii
para los amantes del bueno humor
les dejo un poco de este gran detective
que en su momento me hizo descostillar de risa

(hace click en la imagen para ir al link)

rima no?

muy interesante, se puede conseguir de todo en estos blogs


Les presentamos todos los blogs de la familia Programas Full. El material de los blogs es completamente gratuito, asi que visitenlos ya Exclamation



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Blade fue condenado a tres años de prisión


El actor estadounidense Wesley Snipes fue sentenciado hoy a tres años de cárcel por fraude impositivo, informó la emisora CNN.

Un juez de Florida, Estados Unidos, dio lugar al pedido de la fiscalía para que se aplique la pena máxima para este tipo de delitos. Snipes fue acusado de no declarar impuestos por seis años, pero la justicia sólo encontró envidencias para un período de tres años.

Si se lo hubiera declarado culpable de todos los cargos presentados, Snipes podría haber sido condenado a 16 años de cárcel.

La defensa presentó durante el juicio varias cartas que subrayan el buen carácter y la buena conducta de Snipes, la estrella de producciones como Blade, "Demolition Man" y "Los Hombres Blancos no Pueden Saltar".

Se le acusó de haber ocultado cerca de 41 millones de dólares en ingresos a través de cuentas de banco en otros países, de los cuales unos 15 millones correspondían al fisco en pago de impuestos.

Durante el proceso, el actor indicó que la falta de pago obedece a principios ideológicos.

no somos tan distintos - el dia que apagaron la lux


People moving every day
you know they move so slow
do they know why they are goning?
do they know why they go?
look into the book of rules
and tell me what you see
are you all that different
are you just the same as me?

Waiting for 1989
we don't want no more war...

Love is slipping away
it slips away so fast
I always thought that it would
last and it would last
look into your book of rules
and tell me what you see
am I all that different?
Are you just the same as me
waiting for 1989
we don't want no more war...

Waiting for 1989
Burruchaga es un pescado
and shut that door.

Thursday, April 24, 2008

hay que estar atento

Refranes e Campo

1. A los saltos como liebre entre los zapallos.

2. A los tirones como negra peinando al hijo.

3. Aburrido como choque de tortugas.

4. Al pedo como bocina de avión.

5. Arrugado como frenada de gusano.

6. A los saltos como rengo en tiroteo.

7. Apretado como pedo de visita.

8. Áspero como talón de croto (linyera).

9. Cagado como palo de gallinero.

10. Colorado como talón de cartero.

11. Con mas agachadas que japonés con visitas.

12. Contento como perro con dos colas.

13. Corto como patada de chancho.

14. Cruzado como trote de zorrino.

15. De un lado a otro como huevo de rengo.

16. De un lado a otro como sandía dentro del carro.

17. Desorientado como Adán en el día de la madre.

18. Desorientado como caballo arriba del techo.

19. Desubicado como chupete en el culo.

20. Desubicado como pickle en pan dulce.

21. Desubicado como inodoro en el comedor.

22. Falso como billete de tres dólares.

23. Falso como dólar colorado (rojo).

24. Firme como rulo de estatua.

25. Flojo como culo de vieja.

26. Fuerte como trompada de oso.

27. Largo como eructo de jirafa.

28. Más aburrido que bailar con la hermana.

29. Más empujones que mostrador de boliche.

30. Más hambriento que piojo de peluca.

31. Más desubicado que Margaret Tacher en Cosquín.

32. Más difícil que ponerle el pantalón a un pulpo.

33. Más difícil que recular en chancletas.

34. Más enredado que orgía de lombrices.

35. Más enredado que pelea de pulpos.

36. Más feo que pegarle a la madre.

37. Más inútil que cenicero de moto.

38. Más inútil que teta de monja.

39. Más inútil que timbre de panteón.

40. Más largo que esperanza de pobre.

41. Más ordinario jarra de plástico.

42. Más ordinario que diente de madera.

43. Más ordinario que recado de bolsa.

44. Más pesado que submarino a remos.

45. Más pesado que collar de sandias.

46. Más pesado que elefante a babucha.

47. Más pesado que político en campaña.

48. Más pesado que sopa de chancho.

49. Más rápido que escupida de músico.

50. Más resbaloso que mate de carnicero.

51. Más solo que indio malo.

52. Molesto como mosca de velorio.

53. Ordinario como ataúd con calcomanías.

54. Ordinario como canapé de mondongo.

55. Pelado y con mas paseos que patio de comisaría.

56. Peor que casarse y vivir con la suegra.

57. Peligroso como cirujano con hipo.

58. Perdido como turco en la neblina.

59. Raro como perro verde.

60. Raro como político honesto.

61. Rellena como alpargata de gordo.

62. Seguidor como perro de sulky.

63. me fío del padrillo que ve yegua y no relincha.

64. No hay cosa como el peligro, pa' refrescar a un mamao.

South Park - sin las internes

Thursday, April 17, 2008

Vídeo de promoción del Windows Vista SP1

Sin Palabras

El camarografo que filmo su muerte en la franja de Gaza

tenia 23 años, palestino, fue alcanzado por un tanque




es verdad aunque usted no lo crea


Qué hay que saber sobre Blu-ray, el sucesor de alta definición del DVD

Aunque tiene el mismo tamaño que un CD, el formato que viene a reemplazar el DVD permite almacenar hasta 50 GB de datos, y varias horas de video de altísima calidad. Todavía le falta, sin embargo, para popularizarse

Cuando en 2002 se creó la Blu-ray Association, su misión era clara: fomentar el desarrollo y difusión del formato de almacenamiento óptico creado por Sony, Philips y Pioneer, entre otros, llamado Blu-ray, que permitía la distribución de video de alta definición en un disco óptico del tamaño de un DVD. En 2006 se definió la versión final; para entonces ya se vendían televisores con pantallas de alta resolución, en el hemisferio norte la televisión digital terrestre de alta definición aparecía en el horizonte, y se perfilaba un contendiente: el formato HD DVD, impulsado por Toshiba con el aval del Foro DVD, la entidad que agrupa a los propulsores del DVD convencional. Ambos usan un láser azul/violeta, de una menor longitud de onda que el del DVD; esto, sumado a una mejor tecnología de compresión de datos, permite almacenar 25 o 15 GB de información por capa, según se trate de un disco Blu-ray o HD DVD.

Durante los últimos dos años, la industria cinematográfica y los fabricantes de equipos tomaron partido por uno u otro formato. Esto frenó las ventas, ya que los usuarios no querían apostar por un formato de corta vida, como sucedió en la década del 80, cuando el mercado oscilaba entre el VHS y el difunto Betamax. Una primer solución apareció con la promesa de varios fabricantes, sobre todo Samsung y LG, de desarrollar dispositivos híbridos, es decir, capaces de leer discos Blu-ray y HD DVD.

No fue necesario llegar a ese punto: el inicio de este año terminó con esa denominada guerra de formatos. Hasta entonces, las ventas estaban parejas, y el mundo del cine estaba dividido según los estudios que apoyaban a uno u otro formato. En enero, durante la exposición Consumer Electronics Show, en Las Vegas, Warner Bros. anunció que abandonaba a Toshiba y su HD DVD para pasarse al mundo Blu-ray; dejará de publicar películas en HD DVD en junio próximo. En los meses siguientes se sumaron Paramount y Universal. Amazon y Wal-Mart confirmaron que desde junio sólo venderán discos Blu-ray. El 19 de febrero último, Toshiba confirmó oficialmente que dejaría de desarrollar y fomentar el estándar. En marzo, Acer, Dell y HP, los tres mayores fabricantes de computadoras portátiles del mundo, presentaron equipos con reproductores de Blu-ray integrados. Y el lunes último se disolvió el consorcio HD DVD, que administraba este estándar. El formato dejó de existir oficialmente ese día.

¿Significa esto que los días del DVD están contados? No exactamente. O al menos, falta mucho antes de que quede obsoleto como formato para ver películas; sí es probable que Blu-ray tenga una adopción más acelerada como estándar de almacenamiento.

La razón está en su propia naturaleza. Blu-ray es un formato capaz de ofrecer video de alta definición; en su máxima calidad, lo que se conoce como FullHD, cada cuadro tiene una resolución de 1920 x 1080 pixeles. Para apreciarlo correctamente hay que tener una pantalla de esa resolución, que todavía tiene un precio alto: varios miles de pesos, en el país.

Puede que la pantalla que se tenga sea de alta definición, pero de una calidad intermedia, conocida como 720p (o 720i), lo que implica una resolución de 1280 x 720 pixeles. De todos modos, es mejor que la que ofrece el DVD convencional.

Para aprovechar el video de alta definición que permite Blu-ray, hay que tener una lectora compatible y una pantalla capaz de manejar esa información. En Estados Unidos, los precios de las lectoras más económicas tienen un precio promedio de 280 dólares. Y hay más caras, por supuesto. En nuestro país, el único fabricante que vende estos equipos en forma oficial es Sony; su reproductor BDP-S300 tiene un precio local de $ 2999, un monto similar al que se deberá pagar, en promedio, por un televisor capaz de mostrar esas imágenes, es decir, que cuente con la resolución necesaria y una entrada de videocomponentes: son tres conectores para video, distintos de los tres convencionales de color amarillo, rojo y blanco que usan los DVD y las videocaseteras; o un conector HDMI, un estándar de transmisión de audio y video digital de alta definición.

A esa inversión hay que sumarle las películas; en Estados Unidos hay varios cientos de títulos ya disponibles en este formato, pero todavía son más caros que los DVD. En la Argentina, sólo LK-Tel está editando discos Blu-ray.

Como con el DVD, hay que tener en cuenta el tema de las regiones, aunque es más sencillo: todo el continente americano pertenece a la región A, junto con el sudeste asiático; en la B están Europa, Oceanía y Africa, y en la C, China, Rusia y el resto de Asia. No obstante, muchos de los títulos ya publicados no tienen región, para facilitar la adopción del formato.

Las lectoras de Blu-ray también pueden reproducir DVD y CD de audio, y ofrecen tres perfiles. BD 1.0 es la primera especificación que permite reproducir el video. Los equipos más nuevos incluyen el perfil BD 1.1, que ofrece la posibilidad de ver un segundo video, del mismo disco, en una ventana en la pantalla: picture-in-picture , en la jerga. El tercer perfil, BD 2.0, también conocido como BD Live, especifica que el reproductor de discos debe ser capaz de acceder a Internet para bajar contenido extra de la película. El disco debe ser compatible con estos perfiles para que se activen las funciones extra.

Para las computadoras, el atractivo de este formato, más allá del video, está en su uso como sistema de almacenamiento, ya que es posible guardar hasta 25 GB por capa en el disco; los de doble capa almacenan 50 GB. Todavía no es económico; una lectora LiteOn DH-401S interna tiene un precio local de $ 850; además de discos Blu-ray lee CD-ROM y DVD-R/RW; cada disco ronda los 100 pesos.

Las notebooks son una buena manera de entrar en el mundo de la alta definición, con lectoras Blu-ray incorporadas. Algunos modelos soportan sólo 720p (ya es alta definición, pero no la máxima); otros, más sofisticados, permiten ver los videos en FullHD (ver recuadro). Si cuentan con los conectores correspondientes también se pueden usar en conjunto con un televisor de alta definición o, si incluyen una grabadora, hacer grandes backups.

Otra opción la ofrece la consola de videojuegos Sony PlayStation 3, que usa discos Blu-ray para distribuir sus juegos; su gran capacidad le permite almacenar texturas de alta resolución. La PS3 también puede reproducir películas. Aunque algunos comercios venden el equipo en el país, no cuenta con soporte oficial. La consola Microsoft Xbox 360 ofrece, como complemento, una lectora de discos HD DVD; el 13 de marzo último la compañía confirmó que no tiene planes, por el momento, de desarrollar una versión con Blu-ray.

Mientras parte del mundo comienza a hacer su transición a la alta definición, en nuestro país todavía hay usuarios que ahora ingresan en el DVD, así que varios fabricantes están vendiendo en el país reproductores de DVD capaces de hacer un truco digital denominado upscaling ,en inglés, que simula una mejor resolución para los DVD; no es alta definición, pero se ve mejor que la convencional, sobre todo para televisores LCD de gran tamaño.

En definitiva, será cuestión de esperar a que en el mundo se difunda este formato para que baje el precio de los equipos y se ajuste un poco más al bolsillo argentino. La buena noticia es que según la consultora Strategy Analytics, para fin de año en el mundo habrá 30 millones de hogares con al menos un equipo Blu-ray.

Ricardo Sametband

mirá que mugrienta está el aguila.. y la oveja, por Dios!

Wednesday, April 09, 2008

google maps mucho mas interactico
entra aca y probalo

la verdad que muy groso
moves al tipito para todos lados y te enseña la ciudad

Todo lo que debe saber un moderno


El interlocutor sonríe. Toma aire. Está por hacer su exclamación. Uno se prepara. Ya pasó por esto. Ya conoce qué viene a continuación.

–¡Modernizate, viejo! ¿No sabías que ya se inventaron los Kleenex?

–Sí que sabía –protesta uno–. Y no se dice "Kleenex", se dice "pañuelos descartables de papel tissue".

–¿Y por qué no te comprás unos pañuelos descartables de papel tissue entonces?

–Porque me gustan los pañuelos de tela –se ataja–. Además, no sé usar un Kleenex.

–¿Cómo que no sabés usar un Kleenex? ¡Te sonás y listo!

–¿Sí? A ver, decime, sabihondo: ¿cómo se desenvuelve el pañuelito de papel? ¿Hay que abrirlo todo? ¿Darle forma de triangulo? ¿Hacerlo un bollito? ¿Dejarlo rectangular, como viene? ¿Y qué hacés después con el papel lleno de mocos? ¿Lo guardás en el bolsillo? ¿Lo ponés arriba de un cenicero? ¿Lo tirás debajo de la mesa?

–Sos del siglo XIX, viejo...

Y sólo para demostrarle a su interlocutor que tiene los pies bien clavados en esa tierra sagrada que es el presente (como decía el filósofo inglés Alfred North Whitehead), uno pide un Kleenex y se limpia la nariz. Ahí está. Higiene del siglo XXI. En ese momento un segundo interlocutor se le queda mirando, boquiabierto, sumamente consternado.

–¿Sabés cuántos árboles del Amazonas hubo que talar para que vos te sonaras los mocos?

Y entonces lo entiende: la lista de cosas que hay que saber para considerarse parte de la época es interminable. Si un buen día, caminando distraído por la calle, fuese interceptado por el inspector de contemporaneidad, seguramente quedaría en falta. Lo meterían preso y todo. Por desinformado. Por atrasado. Por... descontemporáneo.

La contemporaneidad supone no sólo una coincidencia temporal sino una suma de conocimientos colectivos que permiten descifrar toda interacción cotidiana. No es compartir una época lo que nos hace contemporáneos, sino la certeza de que –como sociedad– poseemos un saber en común del que se carecía hasta no hace mucho. Nuestra contemporaneidad es reciente. No empieza con el control remoto, ni con la oveja Dolly, ni con el chat. Empieza con los teléfonos celulares con cámara de video, con los blogs y los noticieros de televisión animando a registrar, compartir y "ser parte". Nuestra contemporaneidad no tiene más de cinco o seis años, diez máximo. Si uno no sabe qué es un blog, qué es un teléfono celular con cámara y qué discurso social legitima que alguien esté deseoso por trabajar gratis para los canales de televisión, entonces jamás entenderá por qué en el noticiero hay tantas imágenes desprolijas y pixeladas de jardines llenos de granizo. Simplemente no sabrá cómo llegó eso allí.

Pero la contemporaneidad no se reduce a reconocer las innovaciones tecnológicas que circulan en la sociedad. No alcanza, para ser recibido en el club de los contemporáneos, con advertir que son máquinas las que sirven el capuchino, expelen boletos de colectivo, reciben cheques y pagan sueldos. No. El feng shui, el yoga y la cábala no son innovaciones tecnológicas recientes (de hecho, no son innovaciones tecnológicas), pero se han vuelto parte del vocabulario cotidiano de millones de personas. La rúcula o el jengibre tampoco son inventos de algún cocinero-autor de Palermo Hollywood, y sin embargo encajan en esta idea de contemporaneidad. ¿O acaso esos simpáticos monjes peladitos del Tíbet que chocan contra las fuerzas policiales son un invento reciente?

Esta idea de contemporaneidad tiene dos aspectos: uno, la profusión de información; el otro, que todo parece conectado. Antes de presionar el botón del aerosol que acaba de poner bajo su axila, uno debe tener en cuenta las diferencias entre desodorante y antitranspirante, el agujero de la capa de ozono, el efecto invernadero, el Protocolo de Montreal, las glándulas sudoríparas, la relación entre los sexos, y más. Ponerse desodorante atañe a temas como la protección del medio ambiente, organizaciones no gubernamentales, industria cosmética, acuerdos internacionales, seducción, economías nacionales, marketing, libre mercado, y así sucesivamente. Uno baja el brazo, medio confundido, y antes de prender un cigarrillo para meditar si debe presionar el aerosol o no, piensa en adicciones, OMS, trabajo infantil, cáncer, fumadores pasivos, libertad de elección, publicidad, jornaleros indígenas, corporaciones, campañas políticas norteamericanas, monopolios, y mucho más. Se queda inmóvil. Recuerda al sociólogo inglés Anthony Giddens, cuando sostenía que mayor conocimiento conduce a mayor incertidumbre, que lleva a la divergencia más que a la convergencia. Ni siquiera puede imaginar qué terribles consecuencias supone tirar la cadena del inodoro o prender la lamparita del cuartito de trastes.

Esta incertidumbre hace que cada vez resulte más difícil saber cómo comportarse. Hay tantas fuentes de información igualmente autorizadas que disienten en de qué manera hay que actuar, que uno no sabe qué indicación seguir. ¿Es recomendable comer un Big Mac? ¿Tiene las calorías que el cuerpo necesita o es pura chatarra? ¿Está hecho con carne de vaca, de lombriz o de bultos gelatinosos sin ojos? (como aseguran muchos mails en cadena) ¿En estos locales explotan a los trabajadores adolescentes o es el mejor primer trabajo que uno puede tener? Y las fuentes que responden a éstas y otras preguntas son igualmente confiables. La sociedad de la información es como el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires: hay montones de opciones y montones de fuentes acreditadas dando opiniones contrapuestas acerca de qué hay que ver y qué no hay que ver. Lo que falta, en todo caso, es consenso.

"¿Ha notado alguien más cuán peligroso se volvió el mundo? –pregunta el semiólogo Donald Cunningham, de la Universidad de Indiana–. En mi época (sí, he llegado a la edad en la que puedo usar esta expresión), salir era visto como algo que uno hacía por su salud. Ahora el afuera es un lugar terrible. No debemos exponer nuestra piel al sol porque los rayos ultravioleta causan cáncer. No debemos caminar por los bosques porque podemos contagiarnos la enfermedad de Lyme. Los alérgenos están por todos lados y a uno le conviene estar en su casa, respirando con un filtro de partículas de aire de alta eficacia. The Weather Channel nos está advirtiendo constantemente ponernos a salvo y mantenernos alertas cuando 'se anuncian condiciones metereológicas adversas', haya o no tiempo adverso. Los contaminantes del aire podrían afectar nuestros pulmones. Quizá debiéramos poner en la puerta de entrada de nuestras casas un cartel que nos recomiende cuidar la salud, y al que podamos ver cada vez que salimos. Pero por supuesto que quedarnos adentro puede ser aún peor: los acáridos del polvo, la enfermedad del Legionario, la intoxicación por monóxido de carbono, los contaminantes del suministro del agua potable, la vida sedentaria, etc.".

La tecnología –sigue Cunningham– ofrece un acceso sin precedentes a la información. "Pero más que minimizar la incertidumbre, este conocimiento ha multiplicado las opciones y oportunidades, haciendo que sea lo más difícil posible saber qué hacer, qué es correcto. Para complicar la cuestión aún más, cada nueva estructura crea nuevas elecciones y nuevos contextos, de manera que aquello que parecía correcto unos años atrás ya no lo es".

Ante esta situación, uno se rasca la cabeza. El hombre moderno, en cambio, toma partido y opina. Es un Pac Man modificado: escupe tanto como traga.
"La modernidad tiene tantos sentidos como pensadores o periodistas hay –escribió el antropólogo Bruno Latour en Nunca fuimos modernos–. No obstante, todas las definiciones designan de una u otra manera el paso del tiempo. Con el adjetivo moderno se designa un régimen nuevo, una aceleración, una ruptura, una revolución del tiempo. Cuando las palabras 'moderno', 'modernización', 'modernidad' aparecen, definimos por contraste un pasado arcaico y estable. Además, la palabra siempre resulta proferida en el curso de una polémica, en una pelea donde hay ganadores y perdedores, Antiguos y Modernos. 'Moderno', por lo tanto, es asimétrico dos veces: designa un quiebre en el pasaje regular del tiempo, y un combate en el que hay vencedores y vencidos".

Cada contemporaneidad tiene su propia idea de modernidad. Es decir, cada comunidad establece su propio conjunto de saberes que es necesario reconocer para que las señales se conviertan en signos. Por eso, una persona moderna, aunque registre las complejas ramas globales que circunscriben su vida cotidiana, debe trascender los límites de una contemporaneidad determinada. No es lo mismo "ser moderno" en Buenos Aires, Londres, Bangkok o Nueva York. Cada comunidad tiene un conjunto de saberes específicos, y por ende, quien aspire a acatar el imperativo "¡modernizate, viejo!", debe superar uno en particular. En la mayoría de las universidades nacionales, llevar a clase una computadora portátil es una curiosidad. Pero en casi todas las universidades norteamericanas es sólo una marca de contemporaneidad. Moderno, allí, sería saber que en el Tercer Mundo los estudiantes universitarios no llevan computadoras portátiles a clase. Moderno, aquí, sería saber lo que sucede allá. Entonces: esta modernidad informativa no consiste en hacer o tener, sino en conocer. No hace falta tirarse al vacío con los pies atados a una soga para saber qué es el puentismo.

Ahora bien, no debe confundirse "ser moderno" con "ser esnob". Son cosas distintas. El esnob se jacta de la calidad de su información. El moderno, de su variedad y cantidad. Si el esnob es quien "marca tendencia" (como dirían en la Cosmopolitan), el moderno es quien reconoce la existencia de éstas y otras tendencias. El esnob trasciende la incertidumbre de la multiplicidad de opciones sujetándose a un único plano de existencia; el moderno, en cambio, observa a todas ellas desde algún imaginario "arriba". El epítome de la modernidad informativa es el panelista de televisión.

Mejor aún: el panelista de televisión haciendo ala delta.

La expresión "¡modernizate, viejo!" está señalando que se debe ser más que contemporáneo: hay que ser moderno. Existe un conjunto de saberes estándar que permiten entender qué está diciendo el tipo de la tele o de la radio. Qué es eso del leasing, qué papel juega el TMO en el rugby, qué son las primarias estadounidenses, un CEO, el 5.1, un barrio gay friendly, un tumbero y un motochorro; qué diferencia las pantallas de plasma de las de LCD, por qué muchos personajes de Lost llevan nombres de filósofos muertos, qué son los alimentos transgénicos y el chill out, cómo es que de pronto Britney Spears pasó de virgen angelical a guarra reventada. En los avisos inmobiliarios de los clasificados del diario, términos como "deck", "kitch", "split", "SUM", "laund" o "solar" deben sonarle tan familiares como "cfte lum bc", "a/prof" o "tza ppia c/parr". Hay siglas que no se pueden desconocer: ONG, ATP, USB, ASAP, MSN, SMS, DVD, IMDB, PNT, MDQ, B&B, GSM, MMS, WAP, PNL, GIF, MPEG, SVCD y montones más. No estar al corriente de estas y otras cuestiones puede ser problemático. En la sociedad de la información, tener acceso limitado o nulo a determinados saberes aceptados como estándar significa jugar con desventaja. Incluso, puede significar perder antes de que empiece el partido.

Aunque ser moderno es otra cosa. La sociedad contemporánea produce, ante todo, información. La información es una mercancía, y ser moderno es como que le digan: informativamente hablando, usted es un millonario.

Entonces hay que recolectar información. De donde venga. Se puede picotear de aquí y de allá, pero ser parte de la modernidad es saber de dónde picotear. No se trata de buscar núcleos temáticos (economía, internacionales, deportes), sino pequeñas perlas en cada uno de ellos: ¿Es posible el desarrollo autosustentable para las economías emergentes? ¿La relación entre Nicolas Sarkozy y Carla Bruni beneficiará a Ingrid Betancourt? ¿Los Hornets de Nueva Orleans tienen más llegada que los Lakers de Los Angeles? Si uno nombra de corrido, en una conversación, el desarrollo autosustentable, a Carla Bruni y los Hornets, ya está. La gente dirá: vaya, qué informado.
Que quiere decir: vaya, qué moderno.

El hombre moderno es políticamente correcto, por eso nunca dice "el hombre moderno" sino "el hombre moderno y la mujer moderna". Entre corrección política y corrección lingüística, elige la primera. Cuando escribe, pone @ en vez de vocales: ell@s, nosotr@s. Convierte toda negación en afirmación: no hay discapacitados, hay capacidades diferentes. Es simultáneamente ciudadano del mundo y descubridor de sus raíces. Trasciende lo global, lo local y lo glocal, pero le gusta usar esos términos. Si es argentino admira Lisboa, sueña con el norte de África y con el sudeste de Asia, pero compra artesanías latinoamericanas y habla de "pueblos originarios". Distingue entre metrosexuales, tecnosexuales, retrosexuales y Übersexuales. También entre machos alfa, beta y omega. Le gusta el diseño de interiores y habla de "espacios". Visita showrooms. Dice "lounge". Nota que los tatuajes van en japonés. Conoce a Naruto y admira a Yoshitomo Nara. Si es caballero, sabe de cocina y moda; si es dama, sabe de Fórmula 1 y habanos. Dice "novelas gráficas". Dice "jugar a la Play". Tiene el pasaporte al día. Sabe qué son las millas aéreas. Se enternece cuando una quinceañera manda un SMS que afirma

Tkm i vo m kere?
(Te quiero mucho, y vos, ¿me querés?)

y un quinceañero le responde:

T kero + q tdo l mndo, toy :D!
(Te quiero más que todo el mundo, ¡estoy contento!)

Adora los neologismos. Dice "barrio cerrado". Dice "asentamiento urbano irregular". Entiende de gastronomía. Habla de buen vivir, maridajes, sommeliers, cepas. Maneja jerga de degustaciones y pone cara de detective privado cuando le sirven vino. Afirma distinguir entre Chardonnay, Torrontés, Sauvignon Blanc, Chenin Blanc, Viognier y Semillón, pero prefiere Malbec. Dice "restó". Pide chop suey, vía delivery. Dice "bartender". Dice "brunch". No piensa en alimentos o ingredientes, sino en nutrientes. Habla de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas. Dice "premium". Gusta del té verde chino, pero menciona Starbucks. Cuida su salud. Habla de "gym" y "fitness". De Jiu-Jitsu, May Thai, Pilates, Tangolates. Sabe quién es Tamara Di Tella. Le presta atención y todo.

Es un televidente culposo: mira series de Fox, AXN, Universal y Warner Channel, documentales de Discovery y History Channel, pero hace zappings apresurados por Showmatch y Gran Hermano para ver quién se pelea con quién. Sabe quién es Nazarena Vélez, pero simula que no. Tiene carta astral. Juega al Sudoku. Dice "clavarse un Rivotril". Le encantaría que le guste el cine independiente de economías subdesarrolladas. Se esfuerza. Hoy menciona el nuevo cine rumano. Sabe de torrents, Emule, Mininova, Subdivx. También de festivales internacionales. Elogia la estética de Apichatpong Weerasethakul, Gus Van Sant, Raya Martin, Johnny To y Lucrecia Martel. Del mainstream destaca a Michel Gondry, Spike Jones y Sofia Coppola. Quentin Tarantino lo cansó, dice.

Escucha Ute Lemper y Radiohead. Sigue cada incursión de Gerardo Gandini. Admira a Gustavo Santaolalla. Le gusta el bolero, por retro. Destaca el arte de las tapas de los discos de vinilo. Dice "drogas de diseño". Festeja San Valentín, San Patricio, Halloween y Oktoberfest. Conoce el Buy Nothing Day. Dice "asistentes digitales personales". Afirma que cree en Dios pero que no cree en Dios: habla de energías, fuerzas y lo remata con un "llamalo como quieras". Dice "terapias cognitivas". Lee libros de programación neurolingüística, coaching ontológico y oratoria. Dice "practitioner". En su biblioteca se amontonan Savater, Osho, Saramago, Coelho, Murakami, Dan Brown, Ludovica Squirru, Felipe Pigna y Adrián Paenza. También La Biblia y El Corán. Distingue entre flashmob, instalación, perfomance e intervención urbana. Dice "eventear". Dice "vermisage". Menciona el turismo aventura y el turismo cultural. Dice "check in" y "check out". Dice "hostel". Dice "overlanding". Está afi liado a Greenpeace y Slow Food. Sabe qué es un Whopper. Medita. Cree que el planeta lo necesita. Hace su donación anual a Caritas. No tiene un personaje favorito en Los Simpsons.

Prefiere Linux a Windows, y Opera antes que Internet Explorer. Pero usa Windows e Internet Explorer. Le gusta pronunciar "Ipod", "Blackberry" y "Facebook". Tiene sus pares de autores-ideas: Augé y no-lugar, Virilio y velocidad, Dawkins y meme, Foucault y biopolítica, Negri e imperio, Lipovetsky e hipermodernidad, Prigogine y el caos, Baumann y modernidad líquida. Colabora con Wikipedia y tiene canal propio en YouTube. Escucha Radio La Red pero nombra last.fm y Pandora. Dice "Wi-fi". Colecciona revistas de arte, de cocina, de historia. Lee los periódicos por Internet. Compra Ñ, pero le aburre porque es el canon. Dice "cultura". Dice "arte". Dice "social". Dice "compromiso". Lee artículos supuestamente inteligentes donde se construyen estereotipos sobre qué debe saber una persona para ser moderna. Se sulfura y escribe cartas indignadas. Jura no volver a comprar nunca jamás esa publicación, pero a la semana siguiente lo hace, a ver si publicaron su carta.

El hombre moderno está sometido a incontables señales, guiños, discursos y metadiscursos. El hombre moderno no existe. Es una abstracción, una caricatura, una chanza sobre el consumo cultural y la construcción de la identidad social. Pero al igual que el "Nowhere man", cortesía de John Lennon en 1965, "¿No es un poco como usted y como yo?".

¿Modernizarse?

Alcanza con ser contemporáneo. El resto se pregunta.


fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/04/05/01643684.html

Thursday, April 03, 2008

Codecs para las pelis - K-Lite Codec Pack 3.8.5 Full

para esta altura seguramente tengas un par
pero queria acercarte estos que son los ultimo FULL




ftp://majorgeeks.mirror.internode.on.net/multimedia/klcodec385f.exe




K-Lite Codec Pack is a collection of codecs and related tools. Codecs are required to encode and/or decode (play) audio and video. The K-Lite Codec Pack is designed as a user-friendly solution for playing all your movie files. With the K-Lite Codec Pack you should be able to play 99% of all the movies that you download from the internet. The K-Lite Codec Pack works on Windows 2000/XP/2003/XP64/Vista.

K-Lite Codec Pack Full contains even more codecs. It also has encoding support for the various formats. This package is for power users and people who do their own encodings.

Fuente: 9down.com