Tuesday, December 13, 2011

¿Los Tres Chiflados usando iPhone? ¡WTF!



Estoy hasta la coronilla de ver inmensos títulos de inmensas series televisivas convertidos en inmensos fiascos cinematográficos. Harto de las adaptaciones (eufemismo de “ups, no se me cae una idea nueva…”) hollywoodenses de históricos programas de TV. Las odio a todas. Han manchado nombres maravillosos que tenían un lugar preponderante en los anaqueles de mi memoria, con refritos en pantalla gigante de clásicos como “El súper agente 86”, “Brigada A”, “Los Dukes de Hazard” … ¡y ahora Los Tres Chiflados! ¿Qué es lo que viene? ¿Unos Simpsons de carne y hueso al estilo de la peor imposible “Popeye”? ¿“El Chavo” interpretado por Gael García Bernal? ¿”La Casa de la Pradera” o “La Familia Ingalls” pero ubicada en Manhattan de 2011? ¿Un émulo de Michael Landon deséandole dulces sueños a sus hijos, al borde de la cama, iluminando su rostro con la app “Candle”? ¿Eso es lo que viene?

Lo cierto es que, impunemente, situaron a Moe, Larry y Curly en la actualidad. Como ven en el trailer, los hicieron interactuar con un smartphone, y -según los anticipos en danza- hasta los metieron en un set de “reality show”.

Y, desde mi punto de vista, es este el peor error; sacarlos de su época. Porque este trío de actores son su tiempo. Ellos representan la manera de ver el mundo en los años 30 y 40. Tres tíos que venían de la crudeza de los espectáculos de baja monta, y que se encontraron de repente con el éxito del cine y la TV; medios que le pusieron imagen a su manera áspera de vivir. Borders, antisociales, desaforados, y políticamente incorrectos, representan al hombre que no entiende dónde está y con quiénes.

“Los Tres Chiflados” son la barbarie y la civilización en un mismo set de filmación. No eran sólo una suma de gags. La estética blanco y negro, y aquellos efectos visuales primitivos le daban un toque oscuro a la serie, que disparaba en nosotros una mezcla de morbo, miedo y curiosidad. Esa textura a celuloide viejo, es la misma que -por ejemplo- hace a la película “Freaks” única. Una remake de la obra cumbre de Tod Browning, con efectos y pantalla 3D, le robaría el alma a aquella joya.

Nada que no esté roto debería intentar arreglarse. Los Tres Chiflados eran Moe, Larry y Curly, y cualquier adaptación de estos tres, por más que lo dirijan los hermanos Farrelly (“Loco por Mary”), que actúen Will Sasso (Mad TV) como el pelón, Sean Hayes (“Will and Grace”) como el de rulos y Chris Diamantopoulos como el del flequillo, inexorablemente perderán en la comparación. Sucedió hasta con el genial Steve Carrel en contraposición a Don Adams: la labor del de “Office” en la película versus la del original, era como comparar a Justin Biever con Paul McCartney. Es que al poder de agrandamiento de la nostalgia no hay con qué darle. Cuando hoy repasamos cualquier capítulo de 1938 de “The Three Stooges”, el que se ríe a carcajadas es el niño de 10 años que habita en nosotros.

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